Algunas organizaciones, entre ellas CODEPU, la Comisión Etica contra la Tortura (CECT) y el Proyecto Newen de CISS-CODEPU, promovimos el desarrollo de un pequeño encuentro para el día 18 de octubre pasado, y que se realizó en una Sala del Museo de la Memoria para conversar con Mireille Fanon, jurista francesa y activista internacional antirracista, acerca del marco global de los derechos humanos, y el gran obstáculo que afecta al desarrollo de los movimientos sociales, que implica la colonización de las mentes y las ideas de los oprimidos, que afectan al desarrollo de las luchas emancipatorias de los pueblos. Al encuentro asistieron aproximadamente 40 personas, algunas de las cuales se manifestaron dispuestas a participar en una segunda instancia para organizar el Encuentro Regional Metropolitano de Derechos Humanos
En la reflexión, a propósito de las dificultades que nos genera la colonización de las ideas, se constataba que el movimiento de derechos humanos en Chile, gracias al proceso de desmovilización social y despolitización de la sociedad, que ha ocurrido en las últimas décadas, ha derivado en un gran número de organizaciones que agrupan no tan solo a familiares de detenidos desaparecidos, ejecutados políticos y ex prisioneros de la dictadura; sino también a diversas organizaciones de víctimas de la tortura y crímenes de lesa humanidad que surgen en torno a los centros de memoria. Y ello sin contar con la perseverancia de distintas Organzaiciones No Gubernamentales de Defensa de los Derechos Humanos, entre ellas CODEPU, que continúan batallando en la actualidad.
Sin embargo, este movimiento que se caracteriza principalmente por articularse en tono a las víctimas y sus familiares, y aunque también ha establecido vínculos con otros sectores sociales, sus experiencias de los últimos años, pese a la amplitud de su protagonismo, se sostienen todavía en un concepto restringido de los derechos humanos, básicamente en torno al derecho a la Vida, y la integridad física y psíquica, y la libertad, que no cautiva a los movimientos que luchan por los derechos sociales, económicos, culturales, ambientales, y otros emergentes.
La fragmentacion de las luchas sociales, como si fuesen luchas distintas, basadas en necesidades e identidades diferentes, es un obstáculo para avanzar hacia la justicia y el pleno ejercicio de los derechos humanos, y en tal sentido surge la necesidad del encuentro, el diálogo, el debate para la articulación de propuestas que se sostengan en el paradigma de los derechos humanos, como sustento orgánico y de unidad de los movimientos sociales, con ideas descolonizadas, es decir, capaces de resistir la dominación ideológica y cultural que nos divide en luchas diferenciadas, y que dificulta el desarrollo y ejercicio de la soberanía de los pueblos.
Por ello se ha propuesto un nuevo encuentro durante el mes de octubre para constituir una comisión organizadora de un encuentro regional y/o nacional; comisión que debería definir los objetivos, contenidos, fecha y lugar para iniciar la convocatoria hacia el conjunto de los movimientos sociales.
Sabemos que este proceso está lleno de dificultades, que debemos superar, y en ese sentido tenemos la convicción y el Newen que nos permitirá alcanzar la anhelada unidad y el éxito en las futuras luchas que se avecinan.